Las tropas de Manuel Rodríguez y José Miguel Neira se disponen a tomarse la ciudad de San Fernando. Pero La guarnición realista supera en número y fuerza a los Patriotas.
Al amanecer se escucha; ¡Que avance la artillería! ¡Que se muevan los cañones! Y el estruendoso rodado de los cañones y una polvareda avanzan sobre la ciudad… los realistas al sentir la temible fuerza que avanzaba sobre San Fernando deciden huir abandonando la ciudad.
Manuel y Jose Miguel Neira ingresan triunfantes a la Ciudad de San Fernando sin encontrar resistencia alguna.
Jamás sospecharon los españoles, que los cañones de Manuel, eran grandes piedras en rastras de cueros y madera, arrastrados por caballos, produciendo el ruido del rodado de cañones… y varios campesinos con ramas de sauce levantando una gran polvareda alrededor.
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