Señor Director:
Pareciera que nadie ha advertido el brutal cambio que se ha observado en todos los medios de comunicación a partir del 27 de febrero. A la saturación de la farándula del Festival de la Canción de Viña, (donde lo menos que había era una canción), y que fue llevada más allá de todo límite, respeto y dignidad por todos los medios del país, siguió súbitamente otro atosigamiento de noticias del terremoto. De Viña, nunca más se supo. Se lo llevó el viento. ¿Sobre qué valores y bases artísticas se sostenía ese mal llamado Festival, en el que danzaban cientos de millones de dólares; se exhibían bailarines, gestos y movimientos sexuales, cantantes, animadores, humoristas, cuyas presentaciones duraban hasta dos horas y media, en escenografías apabullantes de luces electrónicas, humaredas artificiales, gases de colores, en que se obligaba al público a aplaudir con el archiconocido "fuerte aplauso para fulanito...", y en que un jurado absolutamente desconocido otorgaba premios según los rugidos del "monstruo"?
¡Qué abismante caída a la realidad cuando tembló la tierra! ¡Qué disolución más vertiginosa de los ídolos de plumavit al envanecerse en la nada tanta tontería, obscenidad y mal gusto! En cambio, ¡qué pérdida irreparable la destrucción de la identidad cultural del Chile central, expresada en sus costumbres, monumentos y construcciones! ¿Qué futuro le espera a nuestro paisaje rural y urbano pueblerino con miles de mediaguas, un gran porcentaje de las cuales se transformarán en definitivas con agregados de fonolas, plásticos y latones? Será muy difícil identificar al país como una entidad cultural. Estamos hablando sólo de arquitectura y urbanismo, como disciplinas estéticas visuales. No hablemos de la música seria. En Chile ya casi no existe. Nadie conoce a los músicos nacionales ni tampoco nadie los ayuda. Un nuevo país amorfo, que copia mal todo lo extranjero, fuera de todo circuito artístico e intelectual está por nacer. Tal vez sea el signo de los tiempos.
Miguel Letelier Valdés
viernes, 23 de abril de 2010
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La farandulita, de mi amado País, al verse desplazada por el terremoto "ha quedado desconcertada"… por un momento parecían quebrados!
ResponderEliminarLa televisión, la radio, los diarios parecían limpiados…
"Treng treng vilu escucho mi rogativa"
Pero Pero Pero r ... Ver másápidamente se re-organizaron, movieron todas sus influencias para intervenir este terremoto.
Se fueron a las zonas mas devastadas (según su premeditación) y decidieron pararse al lado del sin hogar, del poblador que perdió de vista a un familiar junto al mar… y poco a poco (buscando siempre su mejor Angulo frente a las cámaras) los iban tapando parándose primero al lado y luego ya al frente del drama.
Luego de dos días ya casi ni se podía ver una casa derrumbada si que estuvieron sus narices enchuladas interactuado.
Luego había tantas narices chocando por el mejor ángulo, que comenzaron a pegarse codazos. Y a punta de marepotos despachados, se supo que llegaba el padrino desde Miami.
La solidaridad casi se transforma en guerra (y no por culpa de los soldados) ya se venia llegar el Gran Show de sonrisas amaradas... la solidaridad ? ahhh si la solidaridad ! se apaga al mismo tiempo en el cual se apagan las luces de las camaras.